CULTURALIA. CUCA MORALES, ESCRITORA Y POETISA COLIMENSE

NOÉ GUERRA PIMENTEL*
Era la época de la –segunda- Cristiada que patrocinada por el Clero católico en contra del Gobierno, tantos infortunios ocasionó a los habitantes de esta entidad y de todo el Bajío principalmente de 1926 a 1929. Las damas de Colima, influenciadas como la mayoría de toda la región por la elite católica, en señal de protesta se vistieron de negro en señal de luto y se dejaban ver arriba de sus lujosos automóviles, como la poeta María Espinosa, que iba en su “Studebaker” abierto, con el toldo desplegable echado hacia atrás.

Una de las anécdotas que más se conocen de ella, en cuanto a sus convicciones, cuenta de un gobernador colimense, el muy joven e inexperto Francisco Solórzano Béjar, que había mandado disolver una manifestación ciudadana a punta de balazos en abril de 1926 aplicando la Constitución, según mandato presidencial, porque “quiere que haya menos sacerdotes”. En ese mitin, contra los usos, la inspirada oradora fue la ya entonces conocida poeta María del Refugio Morales Trejo, mejor conocida como “Cuca” Morales, quien con su improvisada arenga levantó a la gente, al grado de que muchos expusieron sus vidas.

Cuca Morales fue, con todo y su sensibilidad, según el maestro Gregorio –Goyito- Macedo López (+) “una la poetisa caudalosa. Su versificación era espontánea, como un río melódico. Leoba, su hermana, novia eterna de un veterano de la Primera Guerra Mundial, Mr. Page, murió joven, y Cuquita lloró su viaje a la eternidad, con sus ojos y con sus versos”. Poemas suyos fueron publicados en periódicos locales de amplia circulación en aquella época, como en el decano Ecos de la Costa, La Voz del Tiempo y el ya desaparecido Imparcial. También publicó en las revistas Argos (de la Unión Colimense de Periodistas y Escritores), El Regional (semanario político), Revista Colima (órgano informativo del comité pro-Feria de Colima), Catedral (del pro-comité de las fiestas jubilares de la Iglesia Catedral) y en la Revista Villa de Álvarez (pro-comité de las fiestas charrotaurinas).

Como actriz, Cuquita Morales representó obras cortas en el Teatro Hidalgo y en el foro de la ya desaparecida Sociedad Mutualista de Artesanos, que estaba por la calle Medellín. Allí estrenó y triunfó con los dramas; Eterna lucha (1934), Por mi patria y por mi bandera, El poder de una cuna. En el campo de la narrativa se le conoce el cuento titulado “La piedra lisa” que publicó el 30 de octubre de 1950.

Fue tesorera de la Unión Colimense de Periodistas y Escritores. Colaboró con la Sociedad Mutualista de Artesanos “Unión y Trabajo”, de la que fue socia fundadora desde el 6 de enero de 1913. También colaboró en programas culturales y altruistas de la radioemisora XERL. Entre sus libros publicados se mencionan: Gotas de llanto y 10 de mayo: amor maternal. Su biografía y obra recientemente fueron publicadas bajo la autoría del reconocido historiador colimense Genaro Hernández Corona.
A casi medio siglo de su desaparición física, justo es recordar a esta poetisa colimense que con sus convicciones y paso, indiscutiblemente marcó una huella indeleble en la vida cotidiana de nuestra entidad con expresiones sensibles en los diferentes ámbitos en los que se desarrolló. María del Refugio Morales Trejo “Cuca Morales” falleció el 6 de abril de 1963.
*Presidente de la Sociedad Colimense de Estudios Históricos, A.C.
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Comentarios

*La "segunda", fué posterior a 1929. La primera cristeada está ubicada en la fecha que describes al inicio del artículo.
*No fué la élite católica quien se levantó contra el gobierno. De hecho, el alto clero siempre se opuso al levantamiento, incluida Roma.